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Debate
PFN-3
Política
farmacéutica:
un deber con los usuarios
de
medicamentos
“Debemos
ser el cambio que desea ver el mundo” Gandhi.
Luz
Enidia Largo Arteaga Periodista elpulso@elhospital.org.co
http://www.periodicoelpulso.com/html/jun03/debate/debate-03.htm
El
profesor Pedro Amariles, de la Universidad de Antioquia, definió
la Política Farmacéutica como un documento escrito,
oficial, difundido y aceptado, que debe ser producto de un trabajo
sistemático y participativo, en el que deben quedar
registrados los propósitos, objetivos y las prioridades
gubernamentales para el sector farmacéutico.
Como
política, debe estar inmersa en un sistema de atención
en salud que se caracterice por su amplia cobertura, equidad y acceso
universal. En cuanto a los objetivos, plantea que deben estar
formulados en términos de acceso, calidad, utilización
correcta, disponibilidad y suministro equitativo de los medicamentos,
ya que finalmente lo que toda política farmacéutica
busca es que el usuario tenga los medicamentos que necesita y que
esos sean seguros, de calidad y que se utilicen bien.
Precio del
medicamento y política farmacéutica
El precio del
medicamento es un aspecto vital en lo relacionado con el acceso
universal y equitativo contemplado en toda política
farmacéutica, aspecto que se debe analizar desde diferentes
perspectivas:
·
Medicamentos esenciales
Son aquellos que cubren las
necesidades prioritarias de atención en salud de la población,
según lo define la última lista de este tipo de
medicinas que data del 2 de abril de 2002. A criterio del profesor
Amariles, este enunciado tiene serias implicaciones económicas
sobre algunas empresas farmacéuticas, por la presión
que se puede generar y por la disminución de la rentabilidad,
pues los medicamentos deben garantizar un precio asequible para los
pacientes y la comunidad.
·
Desarrollo de un medicamento
El acceso y la calidad siempre
van a estar influenciados por la investigación, desarrollo y
producción del medicamento, porque eso en última
instancia, va a afectar el precio de las medicinas; además,
también puede afectar la calidad, porque el hecho de que un
producto se tenga que importar puede generar una variación con
respecto de su calidad.
Toda política farmacéutica
debe dejar claro como se va a garantizar el acceso universal y
equitativo, contemplando los mecanismos de financiación y
previendo que existan precios asequibles; también es necesario
un sistema de suministro y distribución seguro, no solo
durante la producción y el almacenamiento, sino también
dentro del canal de distribución, hasta llegar al usuario.
·
Uso correcto
Los medicamentos además de utilizarse bajo
prescripción médica, deben ser utilizados bajo un
proceso de dispensación, y no simplemente como la entrega de
un producto, como suele ocurrir en nuestro medio. Estas dos
condiciones permiten detectar errores de medicación que están
asociados con el personal de salud y errores de uso que finalmente
van a afectar el resultado de la terapia, de donde se infiere que
toda política farmacéutica debe establecer un programa
de información y educación de los profesionales de la
salud y la comunidad, algo que en Colombia se ha tratado de hacer
mediante el concepto de atención farmacéutica
integral.
En lo que respecta a la calidad y la seguridad de los
medicamentos, se deben tener en cuenta 3 elementos fundamentales: La
regulación y normatización de la calidad, precisando lo
relativo a las importaciones e incluyendo los productos naturales,
aunque comúnmente se piensa que no generan ningún
riesgo; en segundo lugar, un sistema de gestión e intercambio
de información, con el que se garantice el cumplimiento de los
objetivos, y por último la detección, reporte y
análisis de eventos adversos a medicamentos.
·
Formulación de la política farmacéutica
En
la formulación de esta política lo primero es la
organización del proceso, para lo cual se insiste en la
conformación de grupos de trabajo de expertos encargados de
caracterizar los problemas más relevantes; seguido de este
paso viene lo que es el análisis detallado de la situación
y la definición de posibles alternativas de solución.
Posterior a este análisis se elabora un texto borrador, el
cual debe ser conocido, revisado y discutido por todos los actores
interesados, logrando así la elaboración y
oficialización del texto final.
A partir de esta etapa es
necesario establecer un programa de implementación, que defina
estrategias, actividades, responsables y deje claro cómo se
obtendrán los recursos para poner en marcha la nueva política
farmaceútica.
Política de calidad de medicamentos en Colombia
En
la construcción de la política farmacéutica
nacional que está liderando el Ministerio de la Protección
Social, el tema de la calidad es uno de los ejes fundamentales, razón
por la cual se está trabajando en conjunto con el Instituto
Nacional de Vigilancia de Medicamentos (Invima), en lo que tiene que
ver con la importancia de los medicamentos en una política
pública de salud.
A juicio de la doctora Claudia Vaca,
asesora del Invima, el análisis parte de examinar los factores
de riesgo asociados que son intrínsecos, que no se pueden
evitar aún cuando se tomen todas las medidas para ello.
Es
el caso de los problemas relacionados con las reacciones adversas a
los medicamentos, que según está comprobado, pueden
aumentar el gasto público en salud; de ahí la
importancia de reducir las complicaciones que se presenten a causa de
los riesgos, a partir de acciones de vigilancia, inspección,
control y monitorización.
Según los datos del
Invima, los pasos que se han dado en Colombia en el sistema de
consolidación de farmacovigilancia no han arrojado resultados,
ya que de más de 18.000 productos legalizados, se tienen solo
300 reportes, aunque se conocen algunos aspectos alrededor de los
cuales gira la problemática.
Uno de ellos es la
adulteración y falsificación de los productos, tema en
el cual se ha venido trabajando desde hace cerca de 4 años y
en el que han logrado avances significativos, pero que no obedecen a
una política sistemática de vigilancia, sino a
esfuerzos dispersos y algunos booms de opinión de los
medios.
Otro problema tiene que ver con el sistema de seguridad
social. Por un lado la vigilancia que se realiza a los factores de
riesgo de consumo, no cobija solo a los medicamentos sino también
a los alimentos, a los dispositivos médicos, a los elementos
de higiene y limpieza etc. En el mercado, la idea es que a través
de una muestra construida a nivel nacional, se puedan colectar
muestras de productos y verificar su calidad.
Construcción
de un modelo de vigilancia: Expediente Único Nacional
Buscando
dar una solución efectiva a estos problemas, el Invima está
empeñado en sacar adelante el Expediente Único
Nacional, documento donde se consignarán todas las actividades
de vigilancia y control que se desarrollen. De esta forma se podrá
tener una completa hoja de vida del medicamento, desde su registro
hasta todas las actividades de vigilancia, control de calidad,
notificaciones, etc., logrando en un futuro la certificación
nacional de establecimientos farmacéuticos. En este sentido,
el Invima y el Ministerio de la Protección Social trabajan en
la reglamentación y reformulación de algunas
resoluciones. El Invima cuenta además con una base de datos
unificada y con un pequeño software para la información,
el formulario azul de la página web, y para este mes de junio
o en el de julio, tiene programado un taller con expertos
internacionales.
Productos
naturales y calidad
Existe un proyecto de normas sobre
productos naturales que ha venido desarrollándose desde hace
varios años con un grupo de expertos que trabajan en estos
temas, en coordinación con el Invima y el Ministerio de la
Protección Social, y dicha reglamentación está
en revisión. La idea es retomar y rearmar el grupo, de tal
suerte que no solamente sea orientada a productos naturales sino
también a todas las prácticas de medicina profesional
relacionadas con ese tipo de productos. Los principales obstáculos
con esta norma que pronto será expedida, tienen que ver con la
definición misma del producto natural y su carácter
como medicamento o no.
De igual manera, en relación con
los productos que se presentan como alimentos para garantizar su
registro inmediato y después son comercializados con bondades
terapéuticas, el Invima adelanta una revisión minuciosa
con la que se espera aplicar las sanciones a que haya lugar.